martes, 26 de febrero de 2008

Treinta años dobles

Recuerdo pocas ocasiones durante mi vida en las que el descubrimiento de un artista, de una obra, de una corriente, me hayan impresionado tanto. Recuerdo, por ejemplo, la colección permanente de Remedios Varo en el Museo de Arte Moderno. Pero en esa ocasión se trató màs bien de la constatación de la belleza que ya habìa visto reproducida en sendos catàlagos de esa pintora. El año pasado, en el museo del Juego de Pelota de París, sin imaginarlo, sin haberlo planeado, descubrí la obra de Pierre y Gilles. Mis padres, mi prima Ana y yo en realidad buscábamos otra exposición de fotografía. El error se convirtió en revelación. Al parecer, la exposición Double je ha sido la màs completa de mis dos nuevos héroes. Su trabajo inició en 1976, cuando comenzaron a vivir juntos. Sin embargo, mi ignorancia no impide que sean unos de los artistas màs influyentes de nuestra época. Más adelante descubriremos por qué. Por lo pronto, hay que saber que el trabajo de Pierre y Gilles, como lo dice Jeff Koons en su "Kaléidoscope" que sirve de introducción al catálogo de la exposición, ha influido la publicidad, la fotografía de moda, la música de cine, el video a través de referencias a la historia del arte y a la iconografía religiosa.

¿En qué consiste su trabajo? Se trata de fotografías retocadas con un exquisito trabajo de pintura, las cuales, impresas en gran formato, son enmarcadas en los más diversos materiales y formas: plástico, madera, papel, celulosa con corazones, brillantina o burbujas. El resultado es una serie de imágenes súper cargadas, más allá de lo kitch, con una gran dosis lúdica pero también con otra dosis de crítica y denuncia. Si en general el trabajo de Pierre y Gilles no propone ningún juicio de valor al espectador (que queda completamente abandonado al efecto de la imagen) también pueden recurrir a la denuncia (por ejemplo sus obras tituladas Le triangle rose, 1993 e Iraq war, 2006) Pareja homosexual, reivindican en su trabajo su elección llevando el manierismo a tal grado, que deja de serlo. Los clichés, los lugares comunes y las visiones de la sociedad sobre los homosexuales quedan retratados en el trabajo de Pierre y Gilles en una especie de mundo hiper real, donde la normalidad parece que no está del lado del espectador. Continuará...

En la imagen: Les amoureux de Paris, Hélène et Stephane, 1990.

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