viernes, 31 de octubre de 2008

La derrota más sublime y la victoria más amarga es la misma: hablar

 

Une femme à Berlin, Journal (20 avril-22 juin 1945), coll. « Témoins », Gallimard, 2006. Hans Magnus Enzenberger (prés.), Françoise Wuilmart (trad.).

Une femme à BerlinMarta Hillers publicó de manera anónima un diario. Lo escribió en medio de una ciudad completamente destruida, a la que había llegado para trabajar: Tras sufrir múltiples violaciones, de perder a varias de sus amistades y de su familia; después de ver el extremo de la crueldad y los límites que puede alcanzar la descomposición de las relaciones sociales, fue capaz de descubrir la humanidad en sus agresores, de entablar un diálogo racional con aquellos que por definición debería odiar y que la odiaban. Ella representaba para ellos y viceversa la incapacidad justificada de la reconciliación.

Ella era berlinesa. Para ellos, ella era alemana, y por lo tanto, nazi. Era mujer y por lo tanto, prostituta. Era el producto de una régimen que había lanzado un poderoso ejército en su contra y que había cometido los mismos excesos en Rusia, Había que vengarse. Estaban disculpados. Eran los vencedores. Lo merecían.

Ellos eran soldados soviéticos. Para ella, primero fueran figuras anónimas, en uniformes militares, que se acercaban a su casa precedidos por la destrucción de los obuses de su artilleria. Figuras que se materializaron en noches horrorosas de violaciones continuas y multitudinarias. Pero ella tenía la fortuna o desfortuna, como ella misma llega a dudarlo, de hablar su lengua.

Y es que ese hecho permitió a Marta Hillers descubrir el aspecto humano de sus violadores, Ella, a diferencia de la gran mayoría de sus compatriotas, tuvo ante sí una realidad complicada. Entender al enemigo es, al mismo tiempo, la derrota más sublime, la victoria más amarga.

Hace poco me enteré que este diario, de una gran calidad literaria (y cuya traducción francesa es un ejemplo de lo que sí se debe hacer en un trabajo de ese tipo), fue adaptada al cine. El video es el corto de la película que fue estrenada en Alemania en octubre de este año bajo el título Anonyma. Eine Frau in Berlin,

miércoles, 29 de octubre de 2008

La belleza a panfletazos

Victor Hugo, Pamphlets pour la sauvegarde du patrimoine. Guerre aux démoliseurs !, Montpellier, L'Archange Minotaure, 58 pp.

Pamphlets pour le patrimoineLa razón por la que me encuentro en Europa es mi tesis doctoral. Me encuentro en un período de mi vida ciertamente muy bello pero también muy difícil, pues escribir una tesis, y además en una lengua tan exigente como el francés supone un esfuerzo muy grande. A ello hay que agregar que mi tema de investigación es "escurridizo", por llamarlo de alguna manera, puesto que tengo de servirme de definiciones bastante oscuras y que a veces parecen vagas.

Esta quejumbrosa introducción se debe a que voy a escribir sobre un libro que leí a raíz de mi investigación y que fue toda una sorpresa para mí, sobre todo por el autor: Vícotr Hugo. En realidad se trata de dos panfletos publicados en 1825 y 1831. A grandes rasgos, Hugo denuncia la destrucción de monumentos y edificios históricos (sobre todo iglesias) a todo lo largo y ancho del territorio francés. No es la primera vez que se hablaba del tema, ya viejo en ese momentom ni tampoco la primera vez que un escritor de esa talla lo había hecho. Destrucciones en masa habían tenido lugar durante la Revolución francesa, pero tampoco éstas fueron las primeras.

Creativo como era, Verne hace una distinción interesante en la propiedad privada. Quizás sintiendo la imposibilidad de parar los abusos afirma: Quels que soient les droits de la propriété, la destruction d'un édifice historique et monumental ne doit pas être permise à ces ignobles spéculateurs que leur intérêt aveugle sur leur honneur ... Il y a deux choses dans un édifice; son usage et sa beauté ; son usage appartient au propriétaire, sa beauté à tout le monde ...

Algo así como: Cualesquiera que sean los derechos de propiedad, la destrucción de un edificio histórico y monumental no debe ser permitida a esos innobles especuladores cuyo interés les ciega sobre su honor ... Hay dos cosas en un edificio: su uso y su belleza; su uso pertenece al propietario, su belleza a todo el mundo.

Ese es el punto que me interesa y me sorprende. Una especie de propuesta de derecho a la belleza, que se encuentre en el campo del derecho público, por lo menos. Esa es la idea al fondo del patrimonio cultural. Lo difícil está en formular el camino por el que se podría llegar a esa conclusión...

viernes, 24 de octubre de 2008

Previsiones a la Verne

Jules Verne, Une Ville idéale. Amiens en l'an 2000, Amiens, Éditions CDJV, Maison de Jules Verne, 1999, 64 pp.; Paris au XXe siècle, Paris, Hachette, 186 pp.

Al norte de Francia, en la región de Picardía, se encuentra la ciudad de Amiens, No es uno de los destinos turísticos más conocidos de Francia. Es una ciudad de talla modesta, clara heredera de una tradición obrera y marcada por los bombardeos de las dos guerras mundiales que casi logran hacerla desaparecerla del mapa.

Es ahí donde tuve, en septiembre pasado, mi primer encuentro con Julio Verne después de más diez años de silencio. Verne murió en Amiens y ahí está enterrado. ¿Por qué escogió Amiens? Eso se lo dejo a los especialistas en literatura francesa pero yo me he formulado una posible respuesta, seguramente errada, pues no soy, ni de lejos, un conocedor de la vida y obra de Verne.

Une ville idéaleTras haber conocido esta ciudad -ya tendré oportunidad de escribir algo sobre ella, sólo espérenme a que revele algunas fotos-, no pude dejar pasar la oportunidad de llevarme en las maletas las dos obras reseñadas al principio, además del clásico Viaje al mundo en 80 dias. Los elegí porque me parecieron formar parte de la obra poco conocida del autor en cuestión.

Empezaré por Une ville idéale. Amiens en l'an 2000. Es una de las últimas obras publicadas en vida de Ju io Verne. En realidad se trata de un discurso pronunciado el 12 de diciembre de 1875 para la inauguración de los cursos de la Academia de Amiens. Relata un sueño: de golpe, Verne se encuentra transportado en el tiempo, en el lejano año 2000 en la ciudad de Amiens. Lo que ve, lo deja atónito: conciertos ejecutados a miles de kilómetros de distancia y presenciados en varias ciudades al mismo tiempo, máquinas que en un cerrar de ojos convierten una vaca en todos los productos bovinos que se puedan imaginar, conejos en bolsas de seda, medios de transporte impulsados por imanes... El discurso es en realidad una crítica a la política de obras públicas de la época, pues una fuente de sus sorpresas en su sueño consiste en ver terminadas todas las obras públicas que permanecen aún sin terminar en la ciudad. Amiens es, para Verne, el prototipo de La ciudad que podría ser en el futuro

Verne había escrito, durante su juventud, una novelita titulada Paris au XXe siècle. Su editor Pierre-Jules Hetzel rehusa publicarla pues le parece una novela muy rebuscada, con demasiados neologismos, y un tema "muy poco alegre". En efecto, el argumento es muy triste y el estilo es bastante más árido que en las otras novelas, pero no deja de ser interesante, muy interesante, diría. En un primer capítulo nos presenta una siutación extraña, sobre todo viniendo de un hombre de letras coParis au XXe sièclemo él: durante una ceremonia situada el 13 de agosto de 1960, la Sociedad General de Crédito Educativo (Société Générale du Crédit instructionnel), entidad formada por los más grandes genios bancarios y encargada de dirigir la política educativa de Francia, entrega los premios a los estudiantes más destacados del año que termina. Todos los premios tienen que ver con ciencias exactas o contables y cuando el único premio dedicado a las bellas artes, letras y filosofía es entregado, el sentimiento general de los asistentes es de vergüenza por ese pobre muchacho cuyos estudios no sirven para nada.

El resto de la historia, nos cuenta los sufrimientos de Michel Dufrénoy, el joven que recibió tal premio, incomprendido por su familia adoptiva, su encuentro con otros artistas "parias" de la sociedad, su visita a la biblioteca abandonada donde trabaja su tío, antiguo alumno de piano de su padre, su enamoramiento y finalmente su tragedia.

Si bien no es una denuncia como en Une Ville idéale, las increíbles descripciones de los avances tecnológicos (sobre todos me sorprenden la descripción del metro y de la música, que retomará en su discurso de Amiens) contrastan con la desesperación de los artistas y la sumisión a la ciencia de la que ha sido objeto el arte. Los músicos componen incomprensibles partituras con títulos como La Tiloriana, gran fantasía sobre la Licuefacción del ácido carbónico, y los poetas se inspiran para dar al mundo las Odas descarbonatadas...

O sea que algo de denuncia sí hay, y un poco de previsión, también.

martes, 21 de octubre de 2008

Sopa de letras

Alain Le Ninèze, Sator. L'énigme du carré magique, Paris, Actes Sud, 2008, 250 pp.
Muchas veces, el problema de los libros son sus portadas. Me explico mejor: a diferencia de los libros que utilizo para estudiar y cuyo aspecto no me interesa tanto, cuando elijo uno para distraerme, su aspecto acapara mi atención y es lo que influye en mi elección. Este fue el caso de Sator. L'énigme du carré magique, de Alain Le Ninèze (éditions Acte Sud, 2008), pues la portada está muy bonita, (es un detalle del cuadro Una lectura de Homero, pintado en 1885 por Sir Lawrence Alma-Tadema).
Novelita policiaca situada en los albores de la cristiandad, Le Ninèze presenta una trama que podria ser interesante y que me recordó muchísimo mis lecturas de Arturo Pérez-Reverte. Sin embargo, la enjundia y la rapidez de los relatos revertianos se transforman aqui en largas reflexiones en forma de cartas. El argumento es el siguiente: Balbus Pisón, senador romano recientemente convertido al cristianismo, es denunciado ante el emperador Nerón y su vida depende de la emperatriz Popea. Esta le pone como condición descifrarle el sentido del cuadrado mágico Sator. Buscando la respuesta, Balbus escribe a su sobrino Lucio Albino, procurador en Judea, para que le ayude a descifrarlo. Poco a poco, el mediocre procurador se involucra en la investigacion y entra en contacto con personas que conocieron a Cristo o que fueron testigos de los hechos más importantes de su Pasión: Nestorio, secretario de Poncio Pilatos durante el juicio de Jesús; los hijos de José de Arimatea; un tal Petronius, supuesto soldado romano que traspasaría el costado de Jesús para comprobar su muerte; el "apóstol favorito", cuyo nombre solo sabemos que no necesariamente seria el de Juan, etc.
Al final del libro Le Ninèze agregó un "capítulo" donde hace referencia a la teoría semiótica de Umberto Eco. Lo justifica con el propio relato, pues el cuadrado mágico debe ser interpretado de diferentes maneras por los protagonistas. Este es un punto que no me convence. El autor se presenta como el transcriptor de un manuscrito que acaba de descubrir, las memorias de Lucio Albino. Pero en estas memorias, Le Ninèze no logra desprenderse de sus personajes. Jamás tuve la sensación de que uno de ellos era el que hablaba. Siempre tuve en mi cabeza a un hombre del siglo XXI hablando: si el lenguaje es sencillo, no es creible, pues en los diálogos solo se hacen referencias historicas tal como un profesor de historia lo haría hoy.
Quizás lo que más me disgustó del libro fue el final (ATENCIÓN, algunos detalles del final los voy a contar aquí. Si quieren leer el libro, sáltense al siguiente párrafo). De enigma, el cuadrado mágico conservó casi todo, porque nuestro héroe, Lucio Albino, no logra llegar a una conclusión contundente. Y la historia se queda como en el aire, sin compromiso por parte del autor (¿será que cree en las interpretaciones cabalísticas del cuadro que él mismo consigna?)
Al parecer, el cuadro mágico en cuestión sí existe y han sido encontradas especímenes en el mundo grecorromano. Hay copias desde Francia hasta Asia menor, pasando por la más célebre, en Pompeya. Lo misterioso del cuadro es el mensaje que aún no ha sido posible descifrar y se han formulado varias teorías al respecto. En cualquier caso, el mensaje se forma a partir de cinco palabras: SATOR (semillas), AREPO (reptar, traicionar), TENET (mantener), OPERA (las obras, el trabajo) y ROTAS (dar vuelta y por extensión, rueda). Así, diferentes mensajes son posibles, como "El sembrador (Dios) transporta las obras (de los hombres)". También se han encontrado interpretaciones alquímicas.
La disposición de las letras también permite pensar que se trataba de un mensaje escondido, pues la palabra TENET (mantener) se encuentra en el centro formando una cruz. Por si esto no fuera poco, el cuadro puede ser leido de derecha a izquierda, de izquierda a derechea, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba y en sentido bustrofedón (la primera línea de izquierda a derecha, la siguiente de derecha a izquierda y así sucesivamente). Por último, las letras del cuadro permiten formar la palabra PATER NOSTER (padre nuestro) y los acrósticos de Petrus (para Pedro, apóstol fundador de la iglesia romana), Tarsus (por Saulo de Tarso, el primer santo "propagandista" del cristianismo), así como referencias a la simbolización de alpha y omega (la primera y la última letra del alfabeto griego y que representan a Jesús como principio y fin del universo)
La imagen es un ejemplar encontrado en Oppède, Francia. Por cierto que, buscando una imagen para ilustrar esta publicación, me divertí bastante al encontrar interpretaciones milenaristas, satánicas, religiosas y hasta políticas (relacionadas con los atentados del 11 de septiembre). Si les interesa, hagan la prueba en el buscador de Google. Solo pídanle que busque SATOR.

sábado, 11 de octubre de 2008

Tilica y flaca es la calaca

No sabemos si alguien ya habia visto este video que nosotros acabamos de descubrir en Youtube. Es una animacion mexicana de 2001, con la intervencion de la ENORME Eugenia Leon cantando La Llorona y un equipo, tambien enorme, de animadores. Bue... un cortometraje muy divertido y con una gran calidad tecnica.

Dice Radinito que se le dedica a Yan Thomas, recientemente fallecido, como despedida à la mexicaine...

miércoles, 8 de octubre de 2008

Une chanson dans la tête.

Alguna vez mi papà ayudò con el montaje de unos quince años. Debio haber sido ya en México y tendrìa yo unos 14 años. Asì que bueno, él se animò por poner un tango. Recuerdo que la tonada era tan bella, que iba a todos los ensayos hasta el dìa de la presentaciòn. La alucinaba y una vez le dije a mi papà que querìa aprender a bailarlo, y asì me inicié con algunos pasos que ahora ya no recuerdo. Se me habìa olvidado lo tanto que me habìa gustado la dichosa pieza de tango, hasta que entré a trabajar a una compañìa de origen uruguayo a principios de 2006, donde le preguntaba a mi ex jefe si me podia afirmar que el tango era argentino, a lo que me respondio: "Mira vos, y sì, el tango, viste, el tango es argentino, pero escuchàme bien, el Tango Tango... el Tango Tango... ese... es del Uruguay". Desde entonces tengo la tonadita de nuevo en la cabeza. Hoy finalmente por azar di con la canciòn, se llama "La Cumparsita", escrita en 1917 por un uruguayo -por cierto- de nombre Gerardo Matos Rodrìguez.Comparto estos dos videos porque fueron los que màs me llamaron la atenciòn. El primero es de una patinadora que se llama Shae lynn Bourne, que se me hace muy expresiva en su performance. Y el sergundo es de un chico que al parecer no sòlo toca el piano, sino que ademàs toca el acordeòn y la guitarra. Me da la impresiòn, por algunos videos que vi de èl vistiendo pijama y completamente despeinado, de que si esta inspirado a media noche, se levanta y se ponte a tocar. http://fr.youtube.com/watch?v=1ZO8V0LQWeY http://fr.youtube.com/watch?v=T4HONz6D-s4 qué opinan??? les han gustado??