martes, 23 de septiembre de 2008

Yan Thomas por Emmanuele Conte

He aquí la nota escrita por Emmanuele Conte, profesor de la Universidad Roma Tre: Yan Thomas murió en París durante la noche del 10 y el 11 de septiembre. Yan Thomas murió en París durante la noche del 10 y el 11 de septiembre. Desde hacía tiempo sufría de problemas de salud, los que aguantaba con compostura, lamentándose algunas veces pues la fatiga le impedía dedicarse a sus estudios como hubiera querido En los últimos años, junto al sufrimiento físico, también las ocupaciones administrativas le habían robado tiempo para concluir los libros que tenía ya en el cajón después de años. De hecho, dirigía un doctorado sobre las Culturas Jurídicas Europeas que reunía en torno a la École des Hautes Études de París instituciones importantes de cuatro países europeos, y se ocupaba de la formación doctoral de jóvenes provenientes de doce naciones diversas, ocupados en una suerte de “grand tour” que en tres años los llevaría a vivir en tres grandes naciones europeas. Como cada año, debía trabajar con sus doctorandos durante una semana de estudios en Roma, y sin embargo, en el último momento debió cancelar su participación para someterse en París a la operación quirúrgica que no logró superar. Sus amigos y sus alumnos, reunidos en Roma, recibieron juntos la terrible noticia: la muerte de Yan Thomas se lleva para siempre a un estudioso de excepcional agudeza, pero también a un amigo y a un maestro insustituible. Yan era un hombre apasionado de sus estudios, es verdad, pero también de las personas –estudiantes o colegas- que trabajaban con él. Esta pasión profundamente humana, esta curiosidad por la inteligencia de los demás le conferían una personalidad magnética, de la cual permanecimos fascinados muchísimos de los que lo conocimos. A su alrededor tenía lugar el milagro de relacionar la historia del derecho con el centro de interés de tantas disciplinas diversas y lejanas entre ellas en la academia. Gracias a sus escritos y a sus seminarios, juristas y teóricos del derecho, filósofos y sociólogos, antropólogos e historiadores descubrían que el derecho y su historia fueron protagonistas de tiempo completo de la civilización occidental. Yan supo romper el aislamiento en el cual la historia del derecho vivió por décadas, supo salir de aquél “hortus conclusus” en el cual discutían, hace medio siglo, los maestros de nuestros maestros. El jardín de Yan nunca estuvo cerrado: fecundado por miles de semillas diversas veía crecer plantas híbridas, pero originales, resistentes y bellas. Nos quedan sus artículos, sus libros que publicó y aquellos que consignó a los editores y que esperamos leer pronto. Nos queda el entusiasmo que comunicó y el coraje de intentar nuevos caminos de la investigación. Pero hemos perdido para siempre su mirada penetrante, sus perfectas expresiones cortantes, su ironía, su pasión. Yan nos hará falta. Nos hará falta irremediablemente. Emmanuele Conte, 15 settembre 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí en Buenos Aires, Yan Thomas tenía (y tiene) amigos y colegas que lo esperábamos, lo respetábamos y lo queríamos por sus cualidades profesionales y de amigo.
Lamentamos también mucho su fallecimiento, su ausencia se siente y lo extrañaremos.
Gracias por el texto recordatorio de su memoria.
Silvia de Billerbeck. Francisco Rubio.