lunes, 1 de diciembre de 2008

La pesadilla italiana...

Iniciar una estancia de estudios en Europa es difícil por varios motivos: al lado de las dificultades burocráticas exigidas por los servicios migratorios de cada país, se suman los temores personales, las despedidas familiares, las separaciones sentimentales...

Después llegan otras dificultades aparecen cuando se quiere continuar la estancia. La política francesa es, en este sentido, muy estricta y acudir a renovar el dichoso "Tître de séjour" a la temida "Préfecture de police" es una carga de estrés grande, además del tiempo que se le debe invertir: varios días para preparar el expediente pedido por las autoridades y todo un día completo para tramitarlo.

Pero lo que he visto en Italia supera todas mis expectativas. La administración pública y privada carece del profesionalismo que la francesa sí tiene. Pedir el mínimo documento o hacer la pregunta más elemental es motivo de todas las dificultades. Los empleados no están informados o simplemente no quieren resolver las dudas del público.

 

El barrio donde vivo en Florencia: Nóvoli
Para muestra, un botón: mí caso. La universidad que me recibió en Florencia me envió una constancia de inscripción redactada sin el mínimo profesionalismo. Obviamente, en el consulado italiano en París me rechazaron el documento. Un mes después pude resolver este problema y, con mi visa en mano, me dirigí a Florencia para instalarme. Por supuesto el empleado consular no supo decirme qué tenía que hacer llegando a territorio italiano, si tenía que refrendar mi visa ante la "Questura" o ante el servicio migratorio...

Fue completamente por azar que descubrí que tenía que pedir un formulario en el correo italiano. Lo pedí y me encontré con 5 cuadernillos de preguntas fastidiosas, repetitivas e interminables, con instrucciones poco claras y con poco espacio para responderlas. Cuando quise devolver el documento en la ventanilla postal, me anunciaron que debía pagar 30 euros. De esto, por supuesto, no había ningún anuncio. Después, un documento que no había podido llenar, porque no hay ninguna instrucción al respecto, causó exactamente las mismas dudas en el empleado que en mí.

Todo eso para que me dieran cita en la Questura, para recoger mi "Permesso de sioggorno" (el equivalente al "Titre de séjour" en Francia o la forma FM3 en México) el... ¡¡¡¡¡¡¡23 de junio!!!!!!!

Todo esto sin contar con las malas experiencias que ya he tenido en los bancos, en los trenes, en el pago de mi beca, en los cines, en los autobuses, otra vez en los trenes y hasta en las bibliotecas. En fin, la administración italiana está muy lejos de tener el nivel de su vecina Francia, y como extranjero reducido a los mínimos derechos del ser humano, eso pesa.

No hay comentarios: