lunes, 31 de diciembre de 2007

No sólo de arroz vive el hombre II/III

La Légende de Serpent blanc. Compañía del Instituto de la Opéra de Pekin de la ciudad de Dalian. Jueves 27, viernes 28 y sábado 29 de diciembre de 2007. Sala Pleyel. El viernes 28 de diciembre de 2007 continuamos con nuestro viaje por extremo oriente, interrumpido ya por algunas semanas. En una Sala Pleyel que no se llenó, tuvo lugar la presentación de la ópera china La leyenda de Serpiente blanca. Toda una sorpresa. El concepto de ópera que existe en aquellas latitudes es completamente distinto a lo que esperábamos. Fuimos testigos de actos de acrobacia, canto, danza, enmarcados por una escenografía mínima que incluía una escena de un lago y una alfombra sobre el escenario. Según el programa de mano, los actores del jingju u ópera china deben dominar cuatro especialidades o sigong: canto, acción, poesía y combate (chang, zuo, nian, da). El argumento de la obra también esconde sus sorpresas. Dos divinidades, Serpiente blanca y Serpiente azul, deciden encarnarse en las jóvenes Bai Suzhen y Xiao Qing para disfrutar de los placeres humanos. Tras admirar las bellezas terrestres, conocen a Xuxian, un modesto sabio. Bai Suzhen se enamora de él y muy pronto consigue que acepte casarse con ella. Celoso del su exitoso matrimonio, el bonzo Fa Hai, guardián del Templo del Monte de Oro, decide revelar a Xuxian la verdadera naturaleza de su esposa. Al ver su verdadera forma, Xuxian casi muere de un ataque de miedo. Serpiente blanca, con un embarazo de nueve meses, debe entonces combatir las fuerzas del bonzo para curar a su esposo con una hierba que solo se encuentra en el monasterio de Fa Hai y después rescatarlo del secuestro que ha sufrido a manos del monje. Según François Picard, quien escribe la noticia del libreto de mano, esta leyenda puede remontarse a la tradición taoista (siglos IV a II a.C.). Incluso se tienen documentados libretos de ópera de finales del siglo XVIII con versiones más primitivas de la historia. Llama mucho la atención el protagonismo femenino en esta pieza. Contraria a un gran número de leyendas occidentales, aquí la mujer corre al auxilio de su esposo, se muestra como el sexo físicamente fuerte y más sabio que su pareja. Las escenas de los combates son espectacularmente representadas con actos acrobáticos e intercambios de armas. Por su parte, Serpiente azul, sirviente de Serpiente blanca, antes de encarnarse en la joven Xiao Qing, era un ser inmortal varón, enamorado de Serpiente blanca. Pero en una suerte de trasvestismo divino, se convierte en la mejor amiga y protectora de Bai Suzhen. [En el fondo, se trata de una visión legendaria de la mujer, identificada por el varón como una serpiente devoradora de hombres, y por su lado, de otra visión -más real, a nuestro gusto- del varón como un pobre ignorante lleno de prejuicios. Una suerte de "guerra de los sexos", pero que también representa el paso de las religiones animistas a las institucionales. Como en nuestros teatros, el papel principal ocupó un lugar destacado al momento de agradecer los aplausos del público. Pero la primacía de la cantante Li Peng fue mucho más evidente, no sólo por la ovación que recibió, sino por la profunda reverencia que el resto de la compañía le hizo al aparecer en escena. Fue una muestra de las jerarquías existentes dentro del grupo como nunca la habíamos visto. Se trató, en fin, de una muy disfrutable muestra del antiquísimo arte chino y de las similitudes y diferencias con géneros occidentales muy parecidos. Todas las fotografías las hemos tomado del folleto de mano. No viene indicado el fotógrafo... Lo sentimos.

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