miércoles, 29 de octubre de 2008

La belleza a panfletazos

Victor Hugo, Pamphlets pour la sauvegarde du patrimoine. Guerre aux démoliseurs !, Montpellier, L'Archange Minotaure, 58 pp.

Pamphlets pour le patrimoineLa razón por la que me encuentro en Europa es mi tesis doctoral. Me encuentro en un período de mi vida ciertamente muy bello pero también muy difícil, pues escribir una tesis, y además en una lengua tan exigente como el francés supone un esfuerzo muy grande. A ello hay que agregar que mi tema de investigación es "escurridizo", por llamarlo de alguna manera, puesto que tengo de servirme de definiciones bastante oscuras y que a veces parecen vagas.

Esta quejumbrosa introducción se debe a que voy a escribir sobre un libro que leí a raíz de mi investigación y que fue toda una sorpresa para mí, sobre todo por el autor: Vícotr Hugo. En realidad se trata de dos panfletos publicados en 1825 y 1831. A grandes rasgos, Hugo denuncia la destrucción de monumentos y edificios históricos (sobre todo iglesias) a todo lo largo y ancho del territorio francés. No es la primera vez que se hablaba del tema, ya viejo en ese momentom ni tampoco la primera vez que un escritor de esa talla lo había hecho. Destrucciones en masa habían tenido lugar durante la Revolución francesa, pero tampoco éstas fueron las primeras.

Creativo como era, Verne hace una distinción interesante en la propiedad privada. Quizás sintiendo la imposibilidad de parar los abusos afirma: Quels que soient les droits de la propriété, la destruction d'un édifice historique et monumental ne doit pas être permise à ces ignobles spéculateurs que leur intérêt aveugle sur leur honneur ... Il y a deux choses dans un édifice; son usage et sa beauté ; son usage appartient au propriétaire, sa beauté à tout le monde ...

Algo así como: Cualesquiera que sean los derechos de propiedad, la destrucción de un edificio histórico y monumental no debe ser permitida a esos innobles especuladores cuyo interés les ciega sobre su honor ... Hay dos cosas en un edificio: su uso y su belleza; su uso pertenece al propietario, su belleza a todo el mundo.

Ese es el punto que me interesa y me sorprende. Una especie de propuesta de derecho a la belleza, que se encuentre en el campo del derecho público, por lo menos. Esa es la idea al fondo del patrimonio cultural. Lo difícil está en formular el camino por el que se podría llegar a esa conclusión...

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